Sin embargo, los países aún deben hacer más para alejarse rápidamente de los combustibles fósiles que han sido la base de sus economías durante más de un siglo. Durante la próxima década, los gobiernos y las empresas tendrán que invertir de tres a seis veces más Alrededor de $ 600 mil millones El informe dice que actualmente dedican todos los años a promover la energía limpia y reducir las emisiones.
Pero el costo pasivo también es sustancial en términos de muertes, desplazamientos y daños. En los Estados Unidos el año pasado, los daños causados por inundaciones, incendios forestales, sequías y otros desastres relacionados con el tiempo y el clima fueron de aproximadamente $ 145 mil millones. Según la Administración Nacional Marítima y Atmosférica. La agencia dijo que los desastres «mayores» se estaban convirtiendo en «nuevos normales».
«Reducir significativamente las emisiones será mucho menos doloroso y menos efectivo de lo que piensas», dijo Glenn Peters, del Centro Internacional de Investigación del Clima en Oslo, Noruega, quien contribuyó al informe.
El nuevo informe ayudará a los países a realizar cambios en docenas de estrategias propuestas por científicos y expertos en energía.
Primero, las naciones deben limpiar todas las centrales eléctricas del mundo que generan electricidad para hogares y fábricas. Es decir, depender en gran medida de la energía eólica, solar, nuclear, geotérmica o hidroeléctrica. La mayoría de las plantas de carbón y gas natural del mundo deben cerrarse o instalarse Tecnología de captura de carbono Controlará las emisiones y las enterrará bajo tierra. Esta tecnología se está tomando lentamente debido a su alto costo.
El siguiente paso es reestructurar el transporte, la industria y otros sectores de la economía mundial para que funcionen con electricidad limpia en lugar de combustibles fósiles. Los coches de gasolina pueden sustituirse por vehículos eléctricos cargados con redes bajas en carbono. Los hornos de gas en los hogares se pueden convertir en bombas de calor eléctricas. En lugar de quemar carbón, las acerías pueden cambiar a hornos eléctricos que derriten chatarra.
Al mismo tiempo, los países pueden tomar medidas para reducir su demanda total de energía. Esto ampliará el transporte público, mejorará el aislamiento, haciendo que los hogares usen menos energía, reciclando más materias primas y haciendo que las fábricas sean más eficientes energéticamente. A un nivel alto, el informe señala que tales políticas impulsadas por la demanda ayudarán a reducir las emisiones en sectores clave entre un 40 y un 70 por ciento para 2050.
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